«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres,

es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz.»

U.N.E.S.C.O

      

      El destino, es nuestro camino. Así es, no existe un destino sino un objetivo, y no es otro que el de “aprender” y para poder hacerlo necesitamos acceder a nosotros mismos, despojándonos de etiquetas, personajes, y de cualquier condicionante o aditivo que nos impida hallar nuestra propia esencia.

      ¿Cómo podemos hacerlo?

      Decía Freud que el Psicoanálisis es en esencia una cura a través del Amor, la cura a través de la palabra, me atrevo a complementar, siempre desde el respeto, la expresión del padre del Psicoanálisis, y diría que la Psicoterapia es «la cura a través de la verdad consciente en la palabra», ya que se hace más difícil poder adquirir ese «saber inconsciente» por parte del analizado, si no es consciente de que sus palabras contienen verdad.

      El Coach es el receptor en el que depositamos todas las palabras que vamos sacando de nuestro interior, que escucha más allá de lo que decimos, de una forma completa y neutral, sin prejuicios ni juicios de valor y, a nuestro criterio particular y profesional, sin diagnósticos.

      Por tanto, la Palabra sería el vehículo que nos lleva a conocer quienes somos, ya que tras la terapia es cuando comenzamos a “ser”, sin auto-engaños, ni huidas.

      Se trata de aprender a asumir nuestra propia responsabilidad personal, para solo así poder hallar una verdadera libertad.

 

«…la verdadera Libertad no consiste en llegar a controlar tus propios hilos,

la verdadera Libertad consiste en no tener hilos que controlar.«

amz

 

 

 

      La terapia es un trabajo en equipo, en el que el terapeuta podrá ayudarte en la medida en que tú quieras ser ayudado.

      Un «síntoma» de inteligencia es saber cuándo y cómo pedir ayuda. A partir de ese consciente “necesito ayuda”, es como únicamente podría comenzar eficazmente tu terapia.

                              hablemos

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